Todo en blanco – Para el interior del nuevo edificio se eligió un tinte blanco, sin biocidas, tixotrópico y de capa intermedia, certificado según la norma EN 71-3, con alta resistencia a los rayos UV y un fuerte punto blanco para reducir el amarilleo de los elementos de madera de abeto. Los diseñadores eligieron el blanco como color dominante para la fachada exterior. Fue necesario un tratamiento especial de las capas protectoras individuales para protegerlo de la intemperie. Para ello, la superficie del edificio se trató primero con una imprimación conservante de la madera para la protección preventiva contra los hongos azulados (probada según la norma EN 152) y los hongos destructivos (probada según la norma IT 113). A continuación, se aplicó un aislante específico a base de resinas catiónicas para evitar el amarilleo y el sangrado de las resinas. Finalmente se utilizó una pintura blanca resistente a la intemperie para la capa final. Para la fachada de alerce rojo detrás del revestimiento de celosía blanca, se eligió un tinte de capa media con alta resistencia a la luz UV.