El proyecto Schönbrothof, en el valle de Pustertal, demuestra una vez más que una casa de madera armoniza perfectamente con otros materiales, como el vidrio y el hormigón. El Schönbrothof ya es propiedad de la quinta generación de la familia Rubner. El edificio de tres plantas se completó en mayo de 2018. A pesar de una estructura clara y angulosa, fascina con sofisticadas incisiones entre las dos plantas, un inteligente juego de niveles y una fachada de alerce dejada en un color natural. En 2020, este proyecto ganó el “German design Award”. Para conservar el color natural de la fachada de alerce a largo plazo, se utilizó una estructura de revestimiento premiada por la Holzforschung Austria.
This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.